La inversión debe ser concluida en 2020 y pretende aumentar la capacidad de producción de la empresa en el país de las 800.000 toneladas a los 1.600 millones de toneladas de fertilizante por año.
"Brasil tiene una agricultura muy fuerte y si miramos de cara a los próximos años, el país va a tener cada vez más protagonismo en la agricultura mundial y Yara quiere estar bien posicionada donde esté la mayor producción de alimentos del mundo", destacó Vargas.
El ejecutivo recordó que la inversión se produce después de la expansión de Yara en el mercado brasileño, en 2013, cuando compró las operaciones de la compañía de fertilizantes Bunge en el país.
"Al asumir el 25 por ciento de la cuota de mercado de Bunge conquistamos la posición de líderes que hoy tenemos en Brasil, que nos permitió invertir en producción porque tenemos capacidad de colocar ese producto en el mercado", señaló.
La inversión de Yara se produce en un momento en el que el país atraviesa una aguda crisis económica, con una perspectiva de caída del producto interior bruto (PIB) de alrededor del 3,80 % este año, según analistas del mercado financiero.
No obstante, la multinacional cree que se favorecerá de la fuerte depreciación de la moneda brasileña, lo que ha disminuido el coste de sus operaciones.
"La propia desaceleración económica y los precios, teniendo en cuenta la depreciación en relación al coste real de construcción, hacen la inversión todavía más viable. Pero nuestra decisión ya había sido tomada anteriormente (de la crisis)", añadió.
