En una declaración al término de una reunión de dos días organizada por la OCDE y en al que ha participado el secretario general de Agricultura y Alimentación español, Carlos Cabanas, se mostraron convencidos de que la agricultura tiene abiertas para el futuro oportunidades, teniendo en cuenta el crecimiento de la población mundial, cada vez más urbana y con más recursos.
No obstante, hicieron hincapié en que también se enfrenta a "la intensificación de la competencia que suscitan los recursos naturales y tendrá que adaptarse a la evolución de las temperaturas y los regímenes de precipitaciones, así que a la multiplicación de los fenómenos extremos".
Por eso deberá "reducir su impacto medioambiental" y ofrecer "servicios eco-sistémicos".
El titular francés de Agricultura, Stéphane Le Foll, que hizo de copresidente de la reunión junto a su homólogo estadounidense, Tom Vilsack, explicó en la presentación a la prensa de las conclusiones que con ellas habían querido "mirar a largo plazo".
Le Foll contó que en estos dos días habían trabajado en "definir los grandes desafíos" que tiene la agricultura, empezando por "alimentar el mundo, la gestión sostenible de los recursos, la lucha contra el cambio climático", pero también la defensa de las zonas rurales y de los que viven allí o las transferencias de tecnología".
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, se esforzó en resaltar el mensaje de que "la agricultura debe contribuir a la igualdad", lo que pasa por aportar sus servicios a la seguridad alimentaria y a la salud y recordó que hay que tener presente "el vínculo entre agricultura y seguridad".
Gurría también defendió que "tenemos que luchar contra el proteccionismo" que es una tentación que se manifiesta en particular en momentos de crisis, y avanzó que la OCDE apoyará el trabajo que se lleva a cabo en la Organización Mundial del Comercio (OMC) con análisis técnicos.
En su declaración, los ministros consideran que uno de los principios de las políticas agrícolas es favorecer "un mejor funcionamiento del sistema comercial multilateral, que será propicio a una mayor integración del sector".
A su juicio, eso permitirá que "los proveedores competitivos puedan sacar partido de las salidas comerciales en condiciones equitativas, transparentes, conformes a los mecanismos de mercado y no discriminatorios".
"Eso -concluyeron- permitirá al sector poner los beneficios de los intercambios al servicio de un crecimiento económico incluyente del desarrollo sostenible y de la seguridad alimentaria mundial, respetando los principios de la gestión responsable de las empresas".