La crisis de los inmigrantes que residen en el campamento de Calais (Francia) con el único objetivo de cruzar la frontera y meterse en el Reino Unido llega a la industria hortofrutícola. Los inmigrantes utilizan el transporte terrestre que entra en el Reino Unido cargado de frutas y hortalizas por el túnel del Canal de la Mancha, aprovechando la parada que los transportistas tienen que hacer en la ciudad francesa de Calais.
Es en ese momento en que los inmigrantes tratan de introducirse en los camiones para cruzar la frontera y acceder al Reino Unido.
La empresa inglesa A. Gomez, proveedor de referencia de varias cadenas para el segmento del tomate, ha denunciado que desde que saltó la crisis de los inmigrantes han perdido 350.000 libras por diferentes motivos.
Durante la semana pasada, los operadores de A. Gomez detectaron la presencia de más de 50 inmigrantes en dos camiones que venían de Francia cargados de hortalizas, provenientes de España.
La situación se ha complicado desde que Francia desmanteló el campamento de Calais, y los inmigrantes están buscando diferentes alternativas para acceder al Reino Unido, señala Jim Parmenter, director general de A. Gomez.
La compañía británica con socios españoles, ha solicitado a las autoridades británicas que incrementen el control y la defensa de los transportes. El motivo de esta solicitud es por defensa y por los costes que acarrean la presencia de inmigrantes dentro de los camiones, ya que estas partidas no son aptas para la comercialización y tienen que ser desechadas. Cada vez que ocurre una acción de este tipo, el coste por destrucción ronda entre 25.000-30.000 libras.
El ejecutivo de A. Gomez señaló que cuando abren las puertas del camión y ven a los inmigrantes, éstos reaccionan rápidamente y salen campo a través, huyendo de las autoridades, haciendo imposible el ser cogido por la policía.