Esta metodología combina técnicas moleculares con la de injerto herbáceo, que permite elegir el tipo de planta apropiada a la zona de plantación, antes de que se produzca el trasplante definitivo a la zona de cultivo.
Con ello se ahorra en insumos, tales como fertilizantes y agua; pero es que, por otro lado, existe la posibilidad de elegir el tipo de planta apropiada a la zona de plantación, con lo que se mejora la producción de frutos, dando como resultado un cultivo más rentable.
El trabajo de estos investigadores "soluciona el problema del sexado de las plantas de papaya", ya que con los métodos actuales sólo una de cada 3 o 4 plántulas resulta óptima para la producción.
Este trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con la empresa Vitalplant y ha comenzado a transferirse al campo almeriense desde principios de marzo en una superficie aproximada de 15 hectáreas, para Almería y otras provincias, con la finalidad de explotarse comercialmente.
Paralelamente, en el marco de colaboración entre el Semillero Vitalplant y el grupo de investigación AGR-200 de la Universidad de Almería, se ha dispuesto un módulo de cultivo en la Fundación "Finca Experimental Universidad de Almería-Anecoop" con la intención de continuar con la con la investigación sobre este cultivo.





















