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Identifican bacterias naturales que mejoran fertilidad del suelo agrícola

La empresa almeriense Biorizon Biotech, dedicada al desarrollo, producción y comercialización de biofertilizantes, desarrolla actualmente el proyecto BACAGRO, centrado en la producción de bacterias para uso agrícola como mejoradoras de la fertilidad del suelo y en el desarrollo de agentes protectores frente a diversos fitopatógenos.

Estas líneas de investigación, con un horizonte de desarrollo hasta octubre de 2018, tienen por objetivo el desarrollo de nuevos productos bioestimulantes de uso agrícola que mejorarán la rentabilidad y sostenibilidad de la agricultura intensiva.

Los primeros resultados han sido presentados en jornadas divulgativas celebradas en Perú y en España (Tenerife y Almería). El proyecto en ejecución ha permitido identificar bacterias y microorganismos beneficiosos para la agricultura tanto desde el punto de vista nutricional como para lucha contra microorganismos-plaga como hongos y o tras bacterias.

Así mismo se propone implementar un nuevo medio de cultivo para dichas bacterias beneficiosas. Dicho medio de cultivo aporta la novedad de que está desarrollado con extractos de microalgas, según un proceso exclusivo de Biorizon Biotech.

Finalmente se abordan también las tareas de producción y estabilización de estas bacterias beneficiosas para que sean eficientes y rentables para el agricultor. La ejecución del proyecto ha requerido una inversión superior al medio millón de euros, sustentada por los Fondos FEDER para el desarrollo regional europeo y gestionado a través del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad (Convocatoria RETOS-Colaboración 2015 del Ministerio de Economía).

Dicho proyecto se ejecuta en colaboración con la Fundación Cajamar y la Universidad de Almería. El proyecto BACAGRO contempla cuatro objetivos tecnológicos diferenciados:

1. Selección e identificación de bacterias beneficiosas para los suelos y las plantas

2. Optimización de procesos productivos escalables que sean competitivos en su aplicación agrícola.

3. Desarrollo de métodos de preservación y aplicación que garanticen la calidad del producto.

4. Validación del efecto en suelos y plantas tras la aplicación del producto en su fase final.

La consecución de estos objetivos permitirá incrementar la productividad de los cultivos agrícolas gracias a la minimización de las enfermedades que causan hongos y otros agentes patógenos, al tiempo que se reducirá el uso de los agentes químicos empleados actualmente para el control de los mismos.

Un tercer elemento de desarrollo será relacionado con el aporte de nutrientes a la planta a través de un mejor uso de aquellos que están presentes en el suelo. Esta línea de investigación al servicio de la agricultura intensiva es fruto de una intensa cooperación público-privada de carácter multidisciplinar que se inició en octubre de 2015 y continuará hasta finales de 2018.