Destaca el incremento de precio en el limón (+11,8 por ciento) y del ajo (+9,4 por ciento), dos productos de gran aceptación por los consumidores rusos. También se ha evidenciado la subida de otros productos, como pepino (+17 por ciento), col (+9,7 por ciento), cebolla (+3,6 por ciento), pera (+14,2 por ciento) y uva (+12,8 por ciento), informa Italiafruit News.
En cambio, otros alimentos han cotizado a la baja, como la naranja, cuyo precio se ha reducido más de un 5 por ciento o la patata, que ha descendido su precio en un uno por ciento. Según el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia, durante el mes de marzo el crecimiento de precios debería paliarse y mantenerse limitado entre un cero y un uno por ciento.
Para el presidente de la Unión nacional de frutas y hortalizas de Rusia, Sergei Korolev, el peor periodo ha quedado atrás, ya que se acerca la temporada de producción rusa y con ello la llegada al mercado de frutas y verduras nacionales. Ello descenderá las importaciones, por lo que la subida de subida de precios debería calmarse. Según explica Korolev, el precio de las hortalizas ya ha comenzado a disminuir y hay productores que cultivan hortalizas con precios de mercado más económicos que los productos importados.
Algunos mercados siguen en su intento de introducir sus productos a través de la frontera entre Rusia, Bielorrusia y Letonia. De hecho, el Servicio de Control Veterinario y Fitosanitario de la Federación Rusa –Rosselkhoznadzor-, bloqueó a principios del mes de marzo 24 lotes que contenían 300 toneladas de productos, entre ellos manzana, tomate, pera y col procedentes de Polonia y Turquía.
Tal y como señala Korolev, el aumento de precio con respecto al pasado año no ha sido tan drástico. Si los productos tienen un coste elevado los consumidores no los compran, por lo que con el embargo aún en vigor, sería necesario desarrollar una práctica de sustitución de los productos importadores, destaca el presidente del sindicato de productores.