En un comunicado, fuentes del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), con sede en Valencia, han apuntado que Biovege permitirá extraer, de los residuos de melón, sandía, pepino, calabacín y pimiento, productos de alto valor añadido y a un coste muy competitivo.
La primera vía de valorización se centrará en la extracción de compuestos alimenticios para obtener conservantes alimentarios e ingredientes bioactivos en forma de colorantes o para el enriquecimiento de aceites para la prevención de enfermedades.
La segunda línea de investigación permitirá, gracias a la hidrolización de los residuos, mejorar los bioplásticos que se utilizan en los propios envases hortofrutícolas como las mallas y films para envases retráctiles.
Biovege, que cuenta con fondos del CDTI -dependiente del Ministerio de Economía-, es un proyecto liderado por la firma almeriense Alhondiga La Unión y en la que participan además las empresas Torres Morente, Domca, Neol, Ecoplas y Morera y Vallejo.
Junto a Aimplas, participan los centros de investigación Tecnalia Corporación Tecnológica, el Centro de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (Cidaf) y la Estación Experimental Cajamar Las Palmerillas.