Según ha señalado a Efe el presidente de la Interprofesional, Cristóbal Jiménez, con este programa de investigación se pretende conseguir mejoras genéticas resistentes al virus, además de una específica que caracterice al melón de la región, especialmente del conocido como "piel de sapo", ha precisado.
El virus Nueva Dehli se detectó el año pasado en Castilla-La Mancha y afectó, fundamentalmente, al melón tardío, ha explicado Jiménez, quien ha aclarado que este año los productores aplicarán tratamientos preventivos para intentar minimizar los daños.
Por otro lado, el presidente de la Interprofesional del Melón y la Sandía de Castilla-La Mancha ha destacado que el equilibrio entre la oferta y la demanda de la pasada campaña no se reflejó en el precio en origen del producto.
La producción de melón en la pasada campaña rondó las 300.000 toneladas, casi un 15 % menos que en la de 2014, que se alcanzaron las 328.000 toneladas, como consecuencia de la reducción en unas 1.000 hectáreas de la superficie destinada a su siembra.