Nueve de las 47 comunicaciones internacionales que se expondrán en este congreso llevan el sello del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario "Extremadura" (Ctaex) y sus temáticas abarcan toda la cadena de valor del sector.
Dos de ellas, que se realizan con contribución de investigadores de la Universidad de Extremadura, tratan del estudio del clima para este cultivo y de sus necesidades hídricas.
Otra resume un proyecto europeo en el que la lana de baja calidad se ha utilizado para mejorar el suelo y como fertilizante orgánico, y otra sobre el uso de los residuos de vidrio como fertilizante.
Además, dos de las comunicaciones darán a conocer la utilización de los subproductos generados en la elaboración del tomate concentrado para el enriquecimiento de productos transformados de tomate en antioxidantes y fibras.
También se da cabida a Biocopac, donde Ctaex, en un consorcio internacional, busca materiales sustitutivos para las tradicionales latas de conserva.
Las comunicaciones recibidas en el Congreso, procedentes de 18 países, serán expuestas en cuatro sesiones orales: desde la mejora del cultivo, la productividad y calidad, y el manejo de plagas y enfermedades, hasta la eficiencia del procesado, la optimización y los costes en energía y agua, y la calidad del producto final.
En la pasada campaña, Extremadura cultivó 22.159 hectáreas de tomate, donde más de un millar de agricultores produjeron casi dos toneladas de tomate fresco, según los datos de la Mesa del Tomate.
Con estas cifras, Extremadura elaboró el 76 por ciento del tomate español y el 5,07 por ciento del total en la geografía mundial.
El cultivo del tomate en Extremadura se destinan a concentrado, polvo y triturado, a partir de las cuales se elaboran salsas.





















