La edad promedio es de 30 años", dijo a Efe sobre el tema el presidente del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico, Pablo Jiménez. La edad promedio del trabajador agrícola en la isla, según indicó el también agrónomo, es de 55 años, aunque según su información la media baja cuando se trata de personas que utilizan técnicas ecológicos u orgánicas.
Ejemplo de ello ocurrió el semestre pasado en el Colegio de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Mayagüez, -municipio al oeste de la isla-, donde se matricularon más de 300 estudiantes, elevando a 1.500 el total de alumnos del departamento.
Jiménez explicó que, además del interés de los jóvenes de tener su propia compañía, también se dedican "a producir alimentos frescos u orgánicos" que se habían dejado de cosechar, los casos de la pitahaya o fruto de dragón y la parcha o maracuyá.
"A simple vista estamos viendo que existe un problema de emigración de jóvenes por la crisis económica que nos está afectando en todos los niveles, pero los jóvenes profesionales están buscando la forma de mantenerse en la isla y echar hacia adelante", aseguró Jiménez.
"Hay un resurgir de las personas en hacer sus propios huertos urbanos o producir sus propios alimentos. Las personas involucradas en esta industria sabemos que es momento de que nos unamos para echar esto hacia adelante. La agricultura es el futuro de este país", añadió.
Jiménez mencionó que una de las razones por las cuales los jóvenes se han querido convertir en agricultores es porque algunos centros educativos y varias agencias del sector agrícola se han dedicado a ofrecer cursos, talleres y estudios graduados para ayudar a la industria.
"Se está viendo un esfuerzo desde niños hasta universitarios, que terminaron alguna carrera y han creado empresas. Realmente el tema de la agricultura en los jóvenes ha sido de repunte", aseguró.
Resaltó que en los pasados años aumentó el número de maestros de agronomía en el Departamento de Educación y que el Colegio de Agrónomos retomó cursos a agricultores independientes para que produzcan sus cultivos.
Este plan ha facilitado que existan al menos mil agrónomos concentrados en las zonas del sur y centro de Puerto Rico con el fin de cosechar frutos en 60.000 cuerdas de terreno en la próxima década en toda la isla, según estipula un plan de extensión de uso de terrenos que aprobó el Gobierno hace varios meses.
En estas tierras es donde Jiménez espera que se siembren frutos como la calabaza, el apio, plátanos, cacao, parcha o maracuyá, guayaba, tamarindo, guanábana, y elevar la producción de huevos fértiles, para que así disminuya el 85 por ciento de cantidad de alimentos que se importa del total consumidos.
Por su parte, el decano del Colegio de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Puerto Rico, el argentino Raúl Macchiavelli, destacó que el café es uno de los frutos que mayor interés ha obtenido entre los jóvenes puertorriqueños para elevar su producción.
"En el café se están desarrollando algunas ideas de creación que le da valor añadido a calidad que cantidad. En cada una de estas áreas hay jóvenes ‘agroempresarios’ que quieren elevar el valor al procesamiento de ese producto", según dijo.
El propio gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, señaló esta semana que la agricultura es uno de los sectores económicos que más está despuntando, junto al turismo y la manufactura, y que pronto volverá a crecer para dejar atrás la recesión del resto de la economía.