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Ecologistas denuncian que los transgénicos aumentan el uso de pesticidas y costes de producción

La organización ecologista Amigos de la Tierra ha denunciado que la introducción de cultivos modificados genéticamente ha provocado un aumento significativo en el uso de pesticidas, lo que provoca un incremento en los costes de producción de los campesinos y graves impactos ambientales.

Así se desprende del informe «¿Quien se beneficia con los cultivos transgénicos?», elaborado por la organización ecologista y que asegura que estudios del Gobierno de Estados Unidos muestran un uso 15 veces superior del herbicida glifosato entre 1994 y 2005 y un aumento de casi un 80 por ciento entre 2000 y 2004, según el Gobierno de Brasil.

El informe, que coincide con la publicación de los datos del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), indica que estos cultivos no solucionan los problemas de hambre o pobreza porque la gran mayoría de transgénicos comercializados hasta la fecha se destinan a alimentación animal para la producción de carne en países ricos y no para alimentar a la población pobre.

En este sentido, señala que los cultivos transgénicos, como parte del modelo agrícola intensivo, contribuyen a la pérdida del medio de vida de los pequeños campesinos y no alivian los problemas de pobreza.

A su vez, insiste en que los transgénicos no son más productivos que otros cultivos ya que, según explica, el principal cultivo transgénico a nivel mundial, la soja resistente a herbicidas, no produce mayores rendimientos, y hay estudios que afirman que producen entre un 5 y un 10 por ciento menos que las variedades convencionales.

Considera también que los transgénicos «siguen fracasando» en Europa, ya que menos del dos por ciento de la superficie total de maíz cultivada en la UE está modificado genéticamente y cinco países han prohibido ya este maíz por su impacto ambiental.

Concluye que una revisión sobre el sector biotecnológico europeo demostró que los cultivos transgénicos no están ofreciendo los resultados esperados, mientras que los métodos agrícolas sostenibles están creando empleo en el medio rural y potenciando la economía agraria, además de aportar beneficios ambientales.