El cáncer de mama es el más común en Reino Unido. Una de cada ocho mujeres lo desarrolla y se diagnostican unos 50.000 casos por año. Una quinta parte de los casos son diagnosticados antes de los 50 años de edad, cuando la enfermedad tiende a ser más agresiva. Los investigadores creen que la fibra puede proteger contra el cáncer de mama bloqueando la absorción de estrógeno, el cual está estrechamente vinculado con esta enfermedad.
El nuevo estudio sugiere que la adolescencia y la edad adulta joven podrían ser una etapa crucial, ya que es el periodo cuando los hábitos alimenticios tienen mayor impacto sobre las hormonas del cuerpo.
Durante veinte años, los investigadores han analizado los hábitos dietéticos de la mujer y su estilo de vida en detalle.
Aquellas mujeres que ingirieron una mayor cantidad de fibra durante la adolescencia presentaron un 24 por ciento menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama antes de la menopausia respecto a aquellas mujeres que consumían una menor cantidad de fibra. Según el estudio, el riesgo de aparecer cáncer de mama fue un 16 por ciento menor.
Walter Willet, doctor que ha participado en dicha investigación, ha destacado que con estos datos tienen la prueba de que la alimentación que se les proporciona a los niños es un importante factor de riesgo de cáncer en el futuro.
Los que consumen mayor ingesta de fibra ingieren una media de 28 gramos. Las mujeres con una alta ingesta de fibra durante el periodo de los 20 y los 30 años de edad presentan una probabilidad significativamente menor de presentar cáncer de mama, entre un 12 y un 19 por ciento menos de probabilidades que aquellas mujeres con niveles más bajos de consumo de fibra.
Los estudios anteriores que se han realizado sobre la relación entre el consumo de fibra y el cáncer de mama no han dado resultados significativos, ya que no se había analizado la dieta durante la pubertad y la etapa de la madurez temprana, un periodo donde los factores de riesgo de cáncer de mama son particularmente importantes.
Las mujeres que han participado en dicho estudio presentaban edades de entre 27 y 44 años, las cuales completaron unos cuestionarios sobre su consumo de alimentos cada cuatro años, a partir de 1991, así como una encuesta sobre su dieta durante el periodo de adolescencia.
También se analizaron otros factores, como antecedentes familiares de cáncer de mama, índice de masa corporal, cambio de peso y consumo de alcohol, entre otros datos. La doctora Julie Sharp, directora de información de salud en el Cancer Research UK, señaló al diario Daily Telegraph que serían necesarios más estudios para confirmar estos hallazgos.
No obstante, Sharp destaca que la ingesta de fibra puede reducir el riesgo de padecer cáncer de colon, por lo que podría entenderse sus efectos sobre la aparición del cáncer de mama. Sin embargo, hay que saber que mantener una dieta saludable, reducir el consumo de alcohol y la actividad física pueden ayudar a mitigar los riesgos de la aparición del cáncer de mama.