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Unión de Uniones califica 2015 como año agrario decepcionante

La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera que en 2015 la climatología, el pobre resultado real de las iniciativas legislativas puestas en marcha y la gestión del Ministerio de Agricultura han marcado un año decepcionante para los agricultores y los ganaderos.

Por ello, desde este organismo esperan que el 2016, al margen de quien gobierne, traiga cambios tendentes a promover la equidad en el sector, a equiparar las condiciones de vida del medio rural con el resto de la población y a llevar la democracia, también, al campo.

PAC: compleja y alejada del profesional.

El año 2015 ha traído consigo la aplicación de una nueva PAC, más compleja que la anterior y con menores ayudas, pese a lo prometido en un principio. La nueva PAC no ha corregido los desequilibrios históricos en la distribución de ayudas y ni ha hecho verdaderos avances en la focalización de las mismas en los agricultores y ganaderos que ejercen de manera activa y profesional la gestión de sus explotaciones, situación que Unión de Uniones puso de relieve ante la Comisión.

Además, los retrasos y las deficiencias, tanto en la tramitación de las solicitudes como en la realización de los anticipos, ha generado una gran incertidumbre en los productores.

Cadena Alimentaria

Por otro lado, en 2015 se ha impulsado la puesta en marcha de la Ley de la Cadena Alimentaria con el objetivo de reducir el desequilibrio en las relaciones comerciales y una mejora de la posición negociadora de la posición más débil, la de productor. La Unión de Uniones reconoce que se han realizado avances, fundamentalmente en determinados sectores, como el vitivinícola y en relación a las actuaciones de la AICA.

Sin embargo, para la Organización, el efecto real de la implantación de los contratos y del resto de medidas contempladas en la Ley ha sido muy limitado o inexistente sobre la situación de precios al productor, como se ha visto con la crisis del sector lácteo y a través de las movilizaciones de los ganaderos.

Demasiados productores todavía se encuentran lejos de cubrir los costes de producción. En algunos casos, como frutas y hortalizas o el sector porcino, han seguido sufriendo las consecuencias del veto ruso que aún se arrastran desde el pasado ejercicio. En su conjunto, la potencialidad exportadora agroalimentaria de España manifestada en 2015 se está sustentando sobre la depresión de precios y rentas del sector productor, un escenario que es insostenible en el tiempo.