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Cabanas: Al nuevo Gobierno le tocará negociar las ayudas agrícolas hasta 2027

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, afirma que el nuevo Gobierno que salga de las próximas elecciones tendrá que negociar la futura Política Agraria Común (PAC) 2020-2027 y advierte que "a Bruselas habrá que llegar aprendido", para asegurar la ficha presupuestaria.

En una entrevista con Efeagro, en la que hace balance de la legislatura, Cabanas defiende que el Gobierno del PP -con Miguel Arias Cañete (2011-2014) e Isabel García Tejerina (2014-2015) al frente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente- ha sido «ejemplo de buena negociación» y una muestra de solvencia frente al resto de las formaciones políticas.

«Las organizaciones agrarias saben perfectamente que el equipo del Ministerio trabaja bien y es el mejor posible», añade.

Destaca «la experiencia y el conocimiento» del Gobierno, después de la última negociación en Bruselas, que aseguró 47.000 millones de euros en ayudas para el campo, el equivalente al 25 % de las rentas de agricultores y ganaderos españoles hasta 2020, una estabilidad que, a su juicio, no tiene ningún otro sector económico en el país.

«Los agricultores y ganaderos tendrán que decidir quién negocie la futura PAC. Y yo me fiaría de quien lo hizo bien antes», apunta.

Asegura que cuando el PP llegó al Gobierno no encontraron ni un sólo estudio de cara a la negociación en Bruselas de la PAC 2014-2020; sólo una propuesta de «tasa plana» -ayuda idéntica para todos- que para Cabanas hubiera provocado la pérdida de la mitad de las ayudas en lácteo y olivar, y la desaparición de sectores.

Frente a la tasa plana, «nosotros impulsamos un modelo regional para la PAC que permite que cada agricultor y ganadero reciba más o menos lo que obtenía y mantener así su actividad», resalta.

Respecto al balance de legislatura, Cabanas considera que es claramente «positivo», con un período dominado por las reformas.

Subraya la aprobación de las leyes de integración de cooperativas y la de mejora de la cadena de valor -esta última incluye la creación de la Agencia de Información y Control Alimentario, AICA, y un Código de buenas prácticas comerciales- o las normas de calidad para adaptar 500 alimentos a los nuevos procesos tecnológicos.

Reformas que, arguye, «están permitiendo dar estabilidad en las relaciones comerciales» y a los ingresos, y avanzar en innovación.

En el Ministerio se sienten satisfechos de la ley de la cadena, que «pasará a la historia» al equilibrar las relaciones de agricultores y ganaderos frente a la industria y la distribución.

«Hemos ordenado las relaciones comerciales porque en el pasado los agricultores vendían sin saber el precio, ni cuándo cobrarían».

Para Cabanas, España debe seguir trabajando en la integración de las cooperativas, en el relevo generacional y en situar al sector agrario «en la primera línea», ya que ha demostrado en los últimos años que ha sido motor de la recuperación económica.

La internacionalización ha sido otra de las grandes apuestas, añade, como prueba el lanzamiento del «marco estratégico» junto a la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), que está ayudando a la exportación: «Hemos incrementado en más de 7.000 millones de euros el balance comercial entre 2011 y 2014».

En 2014, las exportaciones agroalimentarias alcanzaron 41.000 millones de euros, cifra que se dispara hasta más de 43.000 millones en el último año móvil, lo que significa que «nuestras empresas ganan en presencia internacional y en competitividad», a pesar de los problemas generados por el «veto ruso».

Según plantea, una de las prioridades del Ejecutivo pasa por asegurar junto a las CCAA los niveles más altos de seguridad alimentaria para evitar el cierre de fronteras a la exportación.

Así como el control en frontera para evitar problemas de sanidad vegetal y animal como la «mancha negra» de los cítricos sudafricanos, la xylella del olivar de Italia, la lengua azul en Francia o la fiebre aftosa en Marruecos.

China puede ser una de las grandes alternativas tras el veto en Rusia y, en este contexto, Cabanas ha firmado recientemente un protocolo con el país asiático que permitirá la exportación de aves reproductoras y abre las puertas al envío de carne, una vez que «nos reconocen libres de influenza aviar y newcastle».

El Ministerio ha obtenido el compromiso de la entidad que autoriza las importaciones en China (Aqsiq) de que en la próxima campaña se podrán enviar melocotones y ciruelas, y se analizarán las peticiones de nuevas empresas españoles para comerciar más variedad de cárnicos, como el jamón con hueso.

Sobre el tratado comercial entre la Unió Europea (UE) y EEUU, actualmente en negociación, se muestra convencido de que «será más beneficioso que perjudicial» para España, pero Bruselas tendrá que establecer «condiciones específicas» para evitar problemas a la carne de ave o los huevos.

«La UE tiene que defender nuestro modelo de producción» y «buscar el equilibrio para poder firmarlo», asegura Cabanas.