Los eurodiputados votaron con 499 votos a favor, 61 en contra y 86 abstenciones, una resolución no legislativa que aprueba la apertura comercial con el país aunque insiste en la necesidad de que el país adopte compromisos en asuntos como el desarrollo sostenible, la deforestación o los derechos de las mujeres y los niños.
También instan a la Comisión Europea (CE) a aplicar las cláusulas de salvaguardia que prevén la reintroducción de aranceles en caso de un aumento desproporcionado de las importaciones de banano, que temen que pueda perjudicar a los productores europeos, tanto en términos económicos como de empleo.
La Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo mantendrá una primera discusión sobre la cláusula de salvaguardia para regular la importación de bananas el lunes 30 de noviembre, un asunto en el que la cámara comparte el poder de decisión con el Consejo.
El presidente de esta comisión parlamentaria, Bernd Lange, auguró que esta apertura comercial conlleve "medidas que aseguren que el comercio y la inversión contribuyen a aliviar la pobreza y reducir las desigualdades" y elogió los "esfuerzos de Ecuador hacia una sociedad más integradora".
Según los últimos datos del Banco Mundial (BM), recordó, la pobreza en Ecuador cayó del 37,6 a un 22,5 por ciento entre 2006 y 2014, mientras la pobreza extrema decreció de un 16,9 a un 7,7 por ciento en el mismo periodo, en el que el Gobierno del país invirtió 40.000 millones de euros en los sectores sociales.
El socialista añadió que este acuerdo es "una oportunidad para mejorar la situación de derechos humanos y desarrollo sostenible con Ecuador, en diálogo y cooperación con la Unión Europea".
Ecuador retomó en 2014 las conversaciones para un tratado comercial con la UE, después de retirarse en 2009 de la mesa de negociación, con la esperanza de lograr un pacto adaptado a sus necesidades.
Perú y Colombia sí lograron cerrar un acuerdo con el bloque comunitario, ya en vigor.