Recientemente se han iniciado las negociaciones a tres bandas entre Parlamento, Consejo y Comisión europeos para alcanzar un acuerdo sobre la propuesta de reglamento de medidas de protección contra las plagas de los vegetales, la "Ley de Sanidad Vegetal".
El comunicado conjunto de cooperativas y organizaciones agrarias, la patronal hortofrutícola, la interprofesional del limón y el pomelo y el Comité de Gestión de Cítricos recuerda que uno de los puntos más importantes y "controvertidos" del reglamento es el principio que debe regir las condiciones de entrada en la UE de productos y materiales vegetales de terceros países.
En este sentido, el sector español menciona que, casos recientes, como el de la bacteria "Xyllela fastidiosa" o las reiteradas interceptaciones de "Black Spot", también conocida como la enfermedad fúngica "Mancha Negra", afectan, sobre todo, a las producciones agrícolas de los países del sur de la UE.
Estas amenazas, como otras plagas altamente devastadoras y sin posibilidad de ser erradicadas una vez introducidas, ponen en riesgo de contagio a las plantaciones mediterráneas y "demuestran que los sistemas de protección actuales son absolutamente insuficientes".
El sector español defiende la propuesta liderada por Francia y España de instaurar por reglamento una "lista positiva".
De esta forma, según el comunicado, "solo podrían entrar en la UE aquellos productos procedentes de aquellos países que, por ofrecer suficiente seguridad y control y no entrañar riesgos fitosanitarios, estuvieran expresamente permitidos".
Esta medida no actuaría como "barrera comercial", porque no afectaría a la mayoría de los flujos tradicionales que no presentan riesgo y que quedarían incluidos en la lista positiva.
Esta propuesta supone un cambio frente al enfoque actual de "lista negativa", que ha resultado ineficaz y según el cual, cualquier importación está autorizada, salvo que haya sido explícitamente prohibida.
Desde el sector español se espera que las instituciones comunitarias revisen en profundidad este enfoque y no antepongan los intereses comerciales en detrimento de la protección de las plantaciones y producciones europeas.