La situación está marcada por un incremento de las exportaciones desde la campaña 2012, ya que los envíos a Asia representaron el 31 por ciento de los cultivos exportados. Sin embargo, las exportaciones hacia los mercados europeos siguen un patrón de receso, representando un 38 por ciento de los envíos durante la campaña 2014/15 frente al 41 por ciento durante la temporada 2012.
La inserción en Asia está generando una mayor rentabilidad para el sector, alcanzando los 406 millones de dólares en la última campaña, informa fruitnet.com. La tendencia también ha tenido una clara influencia en el perfil varietal del cultivo de manzana en Nueva Zelanda. De hecho, la variedad Braeburn, muy popular en Reino Unido, representa tan sólo el 16 por ciento de la superficie de producción en la nación oceánica, una caída de la superficie de un 28 por ciento tomando como referencia los datos del año 2006.
El informe señala que las variedades tradicionales como Braeburn están siendo reemplazadas por otras variedades de más sabor y color, como Smitten o Ambrosia, entre otras. Según las previsiones, la cosecha de manzana alcanzará en Nueva Zelanda las 540.000 toneladas.
Sin embargo, la producción de pera descenderá un 6 por ciento debido al pedrisco y a las intensas lluvias. Se espera que la producción total de pera alcance las 13.500 toneladas, aunque se espera que aumente cerca de un 5 por ciento debido a un crecimiento de la superficie de cultivo del 4 por ciento. En total, se estima que la exportación total de la fruta de pepita alcance las 331.000 toneladas, un tres por ciento más que la estimación inicial.