La directora general de Higiene y Seguridad Alimentaria, Emma Sánchez, ha explicado que en la región existen muchas especies de setas muy apreciadas en la gastronomía, pero también muchas otras especies tóxicas y "fácilmente confundibles".
Con el fin de garantizar la seguridad de quienes las recogen y luego consumen, la Consejería ha reunido una serie de consejos "básicos y sencillos" que se pueden consultar en la página web de la Comunidad o en el Portal Salud.
Sánchez insiste en que la identificación de setas es una tarea "muy compleja que requiere experiencia", porque "un error puede tener graves consecuencias".
Aconseja a los aficionados que se inician en esta práctica que, en la medida de lo posible, recojan las setas acompañados de un experto, y de no ser así recomienda que lleven todos los ejemplares recogidos a alguna asociación micológica, donde "de forma gratuita las identifican".
Las personas que recolectan, insiste, se deben limitar a coger las setas que puedan identificar con precisión, desechando todas las que generen generar una mínima sospecha.
El tamaño y color varían a menudo y no son características suficientes para identificar una seta, ni se debe confiar en consumirla con seguridad porque tenga el mismo aspecto que la que aparece "comestible" en una guía.
Como ejemplo de falsas creencias que hay que desterrar, mencionan que el hecho de que las setas hayan sido consumidas por otros animales no las hace seguras para el hombre, ni tampoco aquellas que crecen en el mismo lugar en el que años anteriores se han recogido setas comestibles.
Tampoco son ciertos consejos tradicionales para descartar setas tóxicas, como el ennegrecimiento del diente de ajo o de la patata o en ennegrecimiento de las cucharas de plata.
En todo el mundo existen más de 5.000 variedades diferentes de setas; en Europa unas 3.000 y en España están catalogadas más de 1.500 especies de hongos superiores, de las cuales entre 50 y 70 se pueden considerar tóxicas, y de éstas de 5 a 6 son mortales.
Pese a la costumbre ligada de recoger setas tras lluvias, Sanidad desaconseja que se acuda después de intensas precipitaciones, ya que pueden modificar su aspecto y generar, por tanto, confusión.
Otra de las prácticas que refuerzan la seguridad alimentaria es transportar las setas en cestas de mimbres (en vez de en bolsas o recipientes cerrados) para evitar que fermenten o se humedezcan.
Una mala identificación puede llevar al consumo de setas venenosas, y en función de la seta los síntomas pueden aparecer en pocas horas o tras varios días del consumo.
Sanidad recuerda que ante sospecha de intoxicación, se debe acudir de inmediato al centro sanitario de urgencias, y si es posible, conviene recoger restos de las setas que se haya consumido y llevarlo al centro sanitario para identificarlas y aplicar el mejor tratamiento.
También, conviene contactar con los familiares o los amigos que hayan consumido las mismas setas para advertirles de la situación y conocer su estado de salud.
Los síntomas de intoxicación varían según la especie de seta: fuertes dolores de estómago, sudor frío, vómitos dolorosos y continuados, diarreas, vértigo, postración total o delirios.





















