La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), Isabel García Tejerina, ha defendido la gestión del agua que ha llevado a cabo su departamento, pues ha afirmado que dicha gestión ha permitido que «hoy Castilla-La Mancha tenga más agua que hace unos años».
Tejerina, que el viernes visitó Bolaños de Calatrava (Ciudad Real) para clausurar unas jornadas sobre mujer rural y participar también en la inauguración de una ruta peatonal que une este municipio con el Santuario de la Virgen del Monte, patrona de Bolaños, ha salido al paso de las críticas vertidas por el Gobierno de Castilla-La Mancha en materia de gestión hidráulica.
La ministra ha apuntado que el objetivo del Gobierno central es «llevar soluciones a cada una de la comunidades autónomas» y una prueba de ello es el acuerdo del Trasvase Tajo-Segura que, ha opinado, ha sido «especialmente positivo para Castilla-La Mancha».
Ha señalado que en 1995, cuando gobernaba el PSOE, «se aprobaron trasvases desde el Tajo cuando había 130 hectómetros cúbicos en los embalses de cabecera» y ha indicado que, en cambio, «fue con los gobiernos del PP cuando por primera vez se reguló dar más garantía a la cuenca cedente, elevando el mínimo para autorizar los trasvases a 400 hectómetros cúbicos».
Este mínimo, que ha recordado se alcanzará de manera «gradual», es lo que ha llevado a que este año se establezca en 304 hectómetros cúbicos las reservas en los pantanos de cabecera.
También ha puesto de manifiesto la importancia que en la gestión del agua va a tener la reciente aprobación de los Planes de Cuenca, y ha señalado que a partir de ahora las garantías para el río Tajo serán mayores.
Por ese motivo, ha dicho no entender el voto en contra de Castilla-La Mancha a la aprobación de los planes de cuenca, cuando, además, ha señalado se le está dando «más protección» al río Tajo e incluso ha sostenido que, este año, el caudal ambiental ha sido más alto, ha habido más controles de medición y el caudal ecológico este año ha sido «un 200 por ciento superior al del año pasado».
Finalmente, ha reconocido que la voluntad del Gobierno de España es hacer una gestión del agua planificada y consensuada con las partes y que sea, sobretodo, pensada «para buscar soluciones entre comunidades autónomas sin que sea en detrimento de unas con otras».





















