Durante ese periodo, el sector hortofrutícola alemán sufrió unas condiciones climáticas desfavorables que alteró el calendario comercial y redujo el volumen de producción. La fresa y el espárrago han sido algunos de los productos que sufrieron un descenso en el volumen, provocando un incremento en el precio. En cuanto a fruta, durante el primer semestre del año los consumidores adquirieron más volumen de manzana, debido principalmente a un abaratamiento en el precio.
En cambio, las hortalizas experimentaron un aumento significativo del precio debido a una menor oferta en el mercado. Por ejemplo, los consumidores adquirieron un 1 por ciento más de tomate frente al aumento del gasto, que creció un 8 por ciento.
El informe detalla que los consumidores alemanes han gastado un 7 por ciento más en la compra de hortalizas si se toma como referencia los datos del pasado año. Y es que, como detalla Gfk, cuando la oferta en menor, el gasto es significativamente mayor.