"No podemos garantizar la libre circulación, porque los productores se encuentran en un estado de desesperación, va a ser muy difícil contenerlos", indicó Francisco Bezich, el presidente de la Cámara de Cipolletti, según informa Edición Rural. La medida es impulsada por la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, y apoyada por gran parte de las cámaras frutícolas del Alto Valle patagónico.
Según informaron fuentes del sector a DyN, el productor de peras y manzanas "pierde dinero" y encara una producción que "no es rentable", ya que "hoy pierde tres dólares por caja de fruta exportada".
El sector frutícola rionegrino y neuquino sufre un importante ahogo financiero por el que reclama la asistencia oficial de hasta 56,7 millones de euros para enfrentar la prohibición de Brasil de comprar fruta argentina, la pérdida de mercados externos a manos de mercados más rentables como Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda.