Esta diferencia de precio en el calabación significa que se multiplicó su precio por 10,56, al pasar de los 0,16 euros por kilo iniciales a 1,69 euros por kilo en la venta al público.
En el caso de la lechuga, hubo una diferencia del 718 por ciento (8,18 veces entre origen y destino) y pasó de 0,11 euros por unidad iniciales a 0,90 euros por unidad en el punto de venta al consumidor.
Entre todos los alimentos, COAG remarca también la diferencia en el caso del pepino que, con una variación del 579 por ciento, se vendieron 6,79 veces más caras en destino (0,24 euros por kilo) que en origen (1,63 euros por kilo).