Un vecino de esa localidad murciana, Pedro López González, circulaba por una vía comarcal cuando le sorprendió el granizo. La piedra era tan grande, algunos pedazos como bolas de golf, y ha caído con tanta violencia que empezó a romper el cristal hasta dejarlo convertido en añicos.
La fuerza del agua y del pedrisco le obligó a detener su vehículo porque era casi imposible continuar conduciendo. La región de Murcia ha estado en alerta amarilla por fuertes lluvias. Por este motivo, Jumilla y sus explotaciones agrícolas se han visto dañadas varias veces en los últimos años debido a estos fenómenos meteorológicos, lo que ha obligado a los agricultores a solicitar ayudas para paliar las pérdidas de sus cultivos.





















