Según exponen, la enfermedad, transmitida por el insecto psila africana y que ha causado enormes pérdidas en Brasil y Florida (EEUU), fue localizada y aislada en Canarias, Azores y Madeira.
En agosto de 2014 se detectaron los primeros síntomas de la enfermedad en diversos cítricos de Vilanova de Arousa (Pontevedra) y, a partir de ese momento, en otros municipios de A Coruña así como en un limonero de Oporto(Portugal).
Desde este grupo parlamentario han defendido la demanda de las organizaciones agrarias de que se tomen todas las medidas de protección posibles porque su introducción en el resto de los campos de cítricos españoles supondría "una auténtica catástrofe" con la muerte del arbolado citrícola.
La situación actual -han subrayado- obliga a tomar de forma urgente todas las "medidas de protección posibles para controlar rigurosamente los intercambios de material vegetal con objeto de evitar la transmisión de esta enfermedad".
Los daños que provoca el HLB en los cítricos son variados ya que, por un lado, se forman agallas abiertas en el envés de las hojas jóvenes donde se desarrollan las ninfas, apareciendo como consecuencia deformaciones en forma de verruga en el haz.
Esto ocasiona una distorsión de los brotes y las hojas, que adquieren un aspecto rizado y en ocasiones clorosis de las hojas jóvenes; mientras, las semillas se vuelven marrones y pueden no desarrollarse totalmente.