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Mezclas con frutas y hortalizas que transforman en saludables los alimentos

Sanos, seguros, sabrosos, sostenibles y socialmente aceptables son los criterios bajo los que han trabajado dieciséis alumnos de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y Orihuela para obtener alimentos "más saludables" a través de la mezcla de los productos.

Los nuevos ritmos de vida que tenemos en la actualidad hacen que, cada día más, nuestra alimentación haya bajado en cuanto al consumo de determinados nutrientes, provocando diferentes carencias nutricionales que afectan a la salud y bienestar de los consumidores.

"Cada vez se consume menos fibra dietética, acarreando una serie de trastornos fisiológicos importantes", ha explicado a Efe uno de los profesores de la asignatura de Biotecnología de los Alimentos Saludables -enmarcada en el Grado de Biotecnología de la UMH de Elche-, José Ángel Pérez.

Los estudiantes de la UMH han aplicado los conocimientos adquiridos durante su formación en estos meses para ofrecer ahora "al consumidor una alternativa alimentaria que contenga los principios activos necesarios para que el organismo funcione bien", ha indicado Pérez.

En concreto, estos universitarios han desarrollado en los laboratorios de la Facultad de Ciencias Experimentales y en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (Epso) de la UMH productos tan curiosos y contrarios a la vez como galletas de plátano y beicon.

Esta mezcla llama la atención de los más jóvenes, especialmente por la utilización del último de los ingredientes, poco recomendado, según algunos expertos, en cualquier dieta que se precie.

Pérez ha relatado que los alumnos han empleado el plátano porque se trata de un alimento que contiene "mucho almidón resistente -fibra dietética-, que contrarresta perfectamente la ingesta de grasa del beicon".

"El plátano contribuye a que las grasas que tiene el beicon no se absorban en su totalidad, dejando así un efecto saciante en el consumidor", ha revelado el docente, quien ha explicado que, por lo general, han usado productos ligados a los tópicos de "poco adecuados o con estigmas de pobres".

Así, a estas particulares galletas se une la elaboración de ‘gominolas de calabaza y boniato’, que incorporan la "fibra dietética de ambos productos, además de carotenos y antioxidantes", que, junto a azúcares naturales, convierte a este alimento en apto para pequeños y mayores por sus saludables propiedades.

Batidos y barritas energéticas de dátil, pasta fresca de alcachofa sin gluten, crema de frutos secos o magdalenas de arándanos sin gluten son otros de los productos que han obtenido los 16 alumnos de esta asignatura de Biotecnología de los Alimentos Saludables, que han trabajado en este proyecto desde el pasado mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso académico.

Según Pérez, esta asignatura consta de una parte teórica en la que los estudiantes preguntan sobre este tipo alimentos para conocer la opinión de los consumidores y crear un producto adecuado a la situación actual, y otra práctica en la que ponen en marcha sus ideas.

A través de esta iniciativa, los jóvenes han "reforzado" en todos los productos el papel de los principios bioactivos con propiedades saludables, cumpliendo los cinco requisitos básicos y adaptándolos a cualquier tipo de público.

No obstante, el docente ha querido dejar claro que "no siempre que se añade un ingrediente, funciona", y, por ello, está la parte tecnológica y biotecnológica, que tratan de "hacer compatible ese ingrediente o principio activo con el alimento".

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