La fuerte sequía que afecta a Panamá pone en jaque a la agricultura y el abasto de agua potable en varias zonas del país. De acuerdo con las estadísticas, el ciclo agrícola 2014-2015 será recordado por los arroceros como el peor de los últimos seis años, pues la falta de agua, además de atrasar las siembras cerró la campaña con 17 mil hectáreas menos que el anterior. Esta situación obligará a la importación de más de 45 mil 400 toneladas métricas del grano, para satisfacer la demanda nacional hasta septiembre próximo, pues el inventario y la producción solo cubrirá hasta julio venidero, declaró Moisés Batista, funcionario del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida). La sequía también afecta al consumo humano en varias zonas del país, entre ellas la oriental provincia de Darién, donde, como acción de emergencia, debieron trasladar con urgencia cuatro mil cajas de agua embotellada y se alistan otros seis mil galones para mitigar la reducción de las cuencas suministradoras. José Acevedo, director regional del Sistema Nacional de Protección Civil, consideró que además del clima, la falta de lluvia es causa de la deforestación y la tala indiscriminada en la zona de Darién, e hizo un llamado a la comunidad para que cuide las áreas forestales, que desempeñan un importante papel en mantener las fuentes de abasto de agua. Científicos aseguran que el régimen de lluvias en Panamá sufre actualmente las consecuencias de la incidencia moderada del evento ENOS-Oscilación del Sur, conocido por los meteorólogos como El Niño o La Niña, que provoca sequía o inundaciones, según el caso. |
