Según publica The Packer, en un principio se pensó que la enfermedad no estaba vinculada al consumo de estas frutas. Sin embargo, un importador australiano descubrió niveles mínimos de listeria en frutas procedentes de esta comercializadora estadounidense. El informe de los CDC indica que según el rastreo, análisis y entrevistas realizadas a los pacientes, algunas personas que habían desarrollado dicha infección había ingerido fruta de hueso antes de enfermar.
Tras dicho anuncio, los departamentos sanitarios estatales y locales del país han recibido numerosas consultas por parte de los consumidores que habían ingerido este tipo de fruta por la posibilidad de contagio. El análisis detallado de las cepas de listeria ha permitido a los CDC diferenciar los casos esporádicos de los que se asocian al consumo de fruta de hueso. Sin embargo, los datos no proporcionan pruebas suficientes para recomendar que las personas con alto riesgo de contraer esta infección eviten el consumo de fruta de hueso.
No obstante, admite la necesidad de comprender los riesgos asociados con el producto infectado –fruta fresca lista para su consumo- con el objetivo de que las estrategias de prevención sean reforzadas, destaca el informe CDC.
