En un comunicado, la UPM ha afirmado que dicho trabajo permite reducir el impacto ambiental que genera este tipo de residuos agrícolas.
La investigación se ha basado en el uso de fibras de celulosa residuales provenientes del proceso de fabricación de papel junto a los desechos de plásticos agrarios, ya que la mezcla de ambos permite obtener materiales ecológicos.
La Universidad ha destacado que la utilización de fibras de celulosa residuales es de "gran interés medioambiental, económico y social, ya que son materiales biodegradables, de bajo coste, ligeros y de origen renovable".
La utilización de plásticos en agricultura, tanto en película de invernadero como en túnel y acolchado, ha crecido "considerablemente" desde la década de los cincuenta debido al aumento de la población mundial y a la mayor necesidad de producir alimentos, ha recordado la UPM.
