El presidente de Fesbal, Nicolás Palacios, ha asegurado, en una entrevista con Efeagro, que están intentando "encontrar ayudas" para aprovechar mejor y que no se eche a perder el alto volumen de existencias hortofrutícolas excedentes por el boicot ruso.
Palacios ha explicado que el cierre de las fronteras rusas ha provocado que sobren muchas frutas y verduras, entregadas en fresco a los bancos, pero al tratarse de productos perecederos sería conveniente transformarlos y que se pudieran consumir en un plazo de meses.
De hecho, parte de dichas mercancías se usó para zumo (con apoyo público); ahora, Fesbal quiere impulsar que se fabrique gazpacho, para dar salida a "20 millones de kilos de verduras que están esperando a ver si llega financiación" para elaborarlo.
Los fondos de la Unión Europea (UE) por la retirada de frutas y hortalizas y su destino a fines caritativos llegan al agricultor y cubren actuaciones "hasta la fábrica", pero a partir de ahí su transformación tiene un coste y hace falta apoyo "ajeno", ha dicho.
Por ello, cuando los bancos impulsan la transformación de productos entregan en especie una parte de los kilos a la industria, para compensar gastos.