Sanz y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, han visitado la zona de cultivos afectada por el desbordamiento del río en la ciudad riojana de Calahorra, donde se calcula que se han inundado unas 1.600 hectáreas, lo que "ha arruinado" la cosecha de verduras y hortalizas.
Sanz, en declaraciones a los periodistas, ha indicado que en la actualidad se valoran las pérdidas que ha causado el desbordamiento del río, aunque "todavía es necesario algo más de tiempo, puesto que algunas zonas siguen inundadas".
Ha precisado que, además, se espera que el Ministerio pueda tener una evaluación completa de los daños, que se han registrado también en localidades de otras comunidades autónomas, como es el caso de Miranda de Ebro (Burgos).
Sanz ha detallado que su Gobierno trabaja "intensamente" y hace "todo lo posible" desde el primer día para resolver los "cuantiosos" daños causados que ha causado la crecida del Ebro en defensas, infraestructuras agrarias y cultivos en distintas zonas de la comunidad autónoma.
Ha transmitido este menaje en la reunión que ha mantenido, junto a De Pedro, con los miembros de la Comunidad General de Regadíos de Calahorra.
"Hemos trasladado a los agricultores la disposición del Gobierno de La Rioja, del Ministerio de Agricultura y de la CHE para adoptar las medidas de emergencia que sean necesarias para evitar los daños que pudiera causar una nueva avenida y diseñar un plan de actuación de cara al futuro", ha declarado Sanz.
Este plan, ha dicho, debe contemplar la mejora de las defensas y las protecciones, la limpieza del río y las ayudas para fomentar un mayor grado de aseguramiento de los cultivos.
Ha avanzado que ya han comenzado las reparaciones en las infraestructuras de defensa dañadas en Calahorra, Alcandre y Rincón de Soto mediante actuaciones de emergencia, que "no pueden esperar más" porque "el agua sigue penetrando a causa de la rotura de los mazones".
La Consejería de Agricultura de La Rioja, el Ministerio y el Ayuntamiento de Calahorra consideran "prioritario" la reparación de estas barreras y protecciones para garantizar la seguridad, ha insistido Sanz, quien ha afirmado que cuando la naturaleza de pone "brava", en ocasiones, produce daños que son irreparables en un momento determinado.
Calahorra es la zona donde se han registrado las mayores afecciones, aunque los daños se extienden por otros puntos de la geografía riojana, como San Vicente de la Sonsierra, Briñas, Rincón de Soto, Aldeanueva de Ebro y Alfaro.
También se trabaja con la CHE para acometer una intervención urgente en la consolidación y recrecimiento en algunos puntos de las defensas, así como en la limpieza del cauce del río.
El presidente de La Rioja ha trasladado a los agricultores de Calahorra la necesidad de garantizar la renta y las producciones con seguros agrarios, dado que el grado de aseguramiento en esta zona de La Rioja Baja es escaso.
Ha planteado la posibilidad de incrementar las ayudas que ofrece la Consejería de Agricultura para fomentar la contratación de estos seguros, a lo que se destinan ya 2,1 millones de euros; u otras fórmulas de financiación que puedan ayudar a los agricultores y que les sean más rentables.
De Pedro ha declarado que, en la zona de Calahorra, la avenida que ha discurrido por el Ebro ha sido extraordinaria, con un periodo de retorno de diez años, por lo que los daños también han sido extraordinarios,.
Ha añadido que por parte del Ministerio de Medio Ambiente hay un compromiso de colaborar en la reparación de aquellas infraestructuras dañadas por esta avenida extraordinaria y los Servicios Técnicos de la CHE ya están valorando estas afecciones.
La reunión con la Comunidad General de Regadíos de Calahorra tiene como fin coordinar estos trabajos y necesidades, según De Pedro, quien ha precisado que la CHE ya trabaja en tratar de reparar estas infraestructuras, "todo ello en defensa del sector agrícola, con el que el Ministerio está totalmente comprometido".
En este encuentro también ha participado el alcalde de Calahorra, Luis Martínez-Portillo, quien ha aludido a la rapidez con la que han confluido las tres administraciones para tratar de dar soluciones a los problemas generados por la crecida del Ebro y ha abogado por arreglar las infraestructuras y que "los caminos agrícolas recuperen cuanto antes su vitalidad".
