El proyecto, financiado con 3,3 millones de euros, se enmarca en el programa ‘Horizonte 2020’ de la UE, de la red de formación Breeding Invertebrates for Next Generation Biocontrol, con investigadores de nueve países entre los que se encuentran profesionales del IVIA y de la Universitat Jaume I de Castellón.
Esta red de investigación persigue una agricultura adaptada a las restricciones legislativas sobre plaguicidas, con una selección natural de los insectos que perjudican el crecimiento de las plantas, de modo que una plaga agrícola se pueda combatir "de manera biológica" con el insecto autóctono depredador natural de esa plaga.
Su objetivo es mejorar la producción y el rendimiento de "enemigos naturales" nativos en el control biológico mediante mejora genética, para una agricultura "más segura y saludable".
Según los expertos, controlar nuevas plagas exóticas a menudo implica la importación de especies de enemigos naturales no nativos (control biológico clásico), lo cual puede suponer un riesgo para la biodiversidad local.
La optimización y mejora de los agentes de control biológico nativos a través de la mejora genética, que permite la adaptación a un determinado sistema de cultivo, puede reducir la dependencia de enemigos naturales exóticos.
Para ello, la investigación en curso aplicará "las últimas técnicas genómicas al campo del control biológico".
Durante el desarrollo del programa se formará a 13 jóvenes investigadores, que realizarán su tesis doctoral en 12 instituciones pertenecientes a universidades, organizaciones sin ánimo de lucro y empresas ubicadas en los Países Bajos, Alemania, Francia, España, República Checa, Austria, Suiza , Grecia y Portugal.