Un total de 45 millones han perdido los productores de patata de Castilla y León en la pasada campaña debido al bajo precio al que han vendido el producto, entre cuatro y seis céntimos el kilo, con los que no han cubierto los 90 millones de costes, según ha denunciado UCCL en esta Comunidad.
Ha sido un año «catastrófico» para las patatas españolas en general y las de Castilla y León en particular, de forma que incluso algunos agricultores han preferido dejar el tubérculo en la tierra, sin cosechar, ante el bajo precio que se iba a pagar por él, ha referido en rueda de prensa el responsable de este sector en UCCL en la Comunidad, Guillermo Ruiz.
El gasto por hectárea de cultivo de patata es para el agricultor de unos 6.000 euros, por lo que si la producción por esa extensión es de unas cincuenta toneladas eso supone unos gastos de doce céntimos por kilo, ha recordado Ruiz.
La producción de patata ha sido de unas 20.000 hectáreas en la Comunidad, de las que 5.000 son patatas industriales, para otros usos, y 15.000 destinadas a producto para el consumidor, con lo que, de acuerdo a las citadas estimaciones de gasto, sacar esas patatas ha costado 90 millones de los que sólo se han conseguido vía venta 45, con lo que se han perdido otros tantos.
Esas 750.000 toneladas de patatas que se han producido en Castilla y León han costado, «según dijo la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, entre 60-70 céntimos el kilo», unos 600 por tonelada, es decir unos 450 millones de euros en total, ha cifrado Ruiz.
Poner esas toneladas en el mercado -envasado y transporte- ha tenido unos costes de unos 150 millones, con lo que si estos se suman a los 45 que han recibido los productores, las patatas de Castilla y León han generado 250 millones de euros de beneficios para «unas pocas decenas de personas o de empresas», entre almacenistas, embolsadores y distribuidores, ha sostenido el responsable de UCCL de este cultivo.



















