García Lindón ha destacado la innovación y modernización que han caracterizado siempre a ese sector agrícola, que ha sabido adaptar sus instalaciones desde modelos clásicos, como el invernadero tipo parral, a nuevas estructuras altamente tecnificadas.
Así, los cultivos actuales crecen en invernaderos multitúnel revestidos con distintos tipos de film plástico, provistas de sistemas de control automatizado de los aspectos climáticos, de calefacción y fertilización carbónica, que permiten optimizar las condiciones de cultivo y adelantar las fechas de recolección, y llegan casi duplicar los rendimientos de cosecha, ha detallado.
De esa manera, la producción de pimiento murciano se ha mantenido estable en unas 133.000 toneladas a pesar de que la superficie de cultivo se ha reducido en unas 300 hectáreas desde 1977 hasta la actualidad.
Por otra parte, ha destacado que el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) y los productores trabajan continuamente para encontrar soluciones alternativas a los problemas fitosanitarios de ese cultivo desde que en 2007 se descartó el bromuro de metilo como desinfectante del suelo.
Actualmente se emplean otras medidas, como la solarización o biofumigación, que provocan la desinfección biológica del suelo, o el injerto con otras especies más resistentes a las enfermedades del cultivo.
Por último, ha destacado la implantación generalizada de sistemas de control biológico mediante la suelta de insectos beneficiosos para combatir las principales plagas del cultivo de pimiento.
Ese sistema, que es también un referente a nivel internacional, ha indicado García Lidón, supone también una colaboración constante entre la administración y los productores.
