Esta vez se trató de 7.000 kilos de naranja, cerca de 3.000 kilos de maracuyá y 100 kilos de limón dulce, entre otras frutas, que fueron interceptados en la Estación de Control Fitosanitario de Paso Canoas (Costa Rica), según afirmaron las autoridades.
El SFE debe velar por la sanidad agrícola del país, por lo que la Ley de Protección Fitosanitaria le confiere la potestad de destruir o reexportar aquellos productos que pongan en peligro el control fitosanitario nacional. En este caso, al no haber documentación, se procedió a la eliminación del producto.