La CE subraya la participación de otros sectores en el mercado y la "fuerte posición" de los supermercados que desarrollan sus propias etiquetas de bananas privadas.
Para prevenir cualquier riesgo de cerrar el paso a los competidores a nivel de envío, sin embargo, la autorización está condicionada a que Fyffes suprima la cláusula de exclusividad que exige a la compañía de envío de Maersk, y a que ambas compañías se abstengan de acordar este tipo de exclusividad con compañías de envío o animen a las mismas a que rechacen acuerdos con otros grupos productores de bananas.
La CE examino los efectos de la operación en las importaciones y venta de bananas a minoristas y mayoristas, en los servicios de maduración de plátanos y en la venta de las piñas, en Bélgica, Finlandia, Irlanda, Letonia, Holanda, Suecia y el Reino Unido, y concluyó que el número de potenciales suministradores es significativo.
Entre los suministradores alternativos de bananas se encuentran Dole, Del Monte o Compañía Fruitière, mientras que entre los productores que participan en la comercialización directa en la UE están Noboa y Uniban, y actores como AFC, Cobana, De Groot, T-Port y Univeg.
Bruselas aclara que sí existía el riesgo de que la compañía resultante de la fusión pudiera obstaculizar a algunos competidores a varios niveles de la cadena de suministro, en particular a nivel de producción, maduración y transporte interno en la UE, pero que las soluciones propuestas por Chiquita y Fyffes, que tendrán una duración de 10 años, solucionan el problema.
Chiquita anunció en marzo pasado un acuerdo para comprar Fyffes por 526 millones de dólares, operación que aún no se ha completado y que de materializarse crearía la mayor distribuidora mundial de bananas con un valor conjunto de unos 1.000 millones de dólares.