Así lo concluye un dictamen sobre el asunto elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, según recoge AVA-ASAJA en un comunicado ante "el contencioso en torno a los derechos de explotación que rodea a la referida variedad" y que habría dado "un giro importante" con el informe científico del IVIA, encargado por la organización agraria.
Para AVA-ASAJA, el citado dictamen "constituye un argumento de enorme peso que puede decantar ante los tribunales la paternidad legal de la variedad en cuestión y los consiguientes derechos de explotación que se deriven de la misma".
Por ello, sugiere a los agricultores que esperen a que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia, encargado del caso, se pronuncie al respecto antes de adquirir derechos de plantación y plantones de la variedad Tango "con el fin de evitarse posteriores posibles problemas legales y económicos".
La Tango, según AVA-ASAJA, fue obtenida por la Universidad de California tras efectuar una irradiación sobre la variedad de origen marroquí Nadorcott.
Los obtentores de esta última variedad de mandarina tardía, la firma Nadorcott Protection, reclamaron judicialmente para señalar que la Tango es una variedad "esencialmente derivada" de la Nadarcott y, por ello, que los obtentores y licenciatarios de la misma -la Universidad de California y la empresa Eurosemillas en España- no tenían derecho ni cobertura legal para explotarla entre los interesados en plantarla en sus explotaciones.
El juzgado de Valencia todavía no se ha pronunciado al respecto, pero el dictamen científico del IVIA establece que la Tango es, efectivamente, una variedad "esencialmente derivada" de la Nadorcott, según la organización agraria.
"La situación sobre los derechos de explotación en torno a la Tango plantea no pocas incertidumbres e incógnitas", insiste AVA-ASAJA, quien recomienda a los agricultores que quieran apostar por esa nueva variedad que "mantengan una actitud de cautela y permanezcan a la espera de las resoluciones judiciales antes de dar cualquier paso".
