Actualmente, los agricultores están dispuestos a vender la cebolla a un precio máximo de 0,16 euros por kilo. Una cantidad que se aleja de la alcanzada una semana anterior con una media de 0,19 euros por kilo.
Los profesionales del sector tienen una explicación a esta situación, y es una sobreoferta de producto en el mercado además de una demanda escasa por parte del consumidor ucraniano.
Si se analizan los datos estadísticos, los precios de la actual campaña son menores a los registrados en el ejercicio anterior, incluso en algunos momentos de la temporada llegó a duplicar el precio marcado durante este año.