La compañía lanzó su nueva línea de productos destinada al campo el pasado 1 de abril, coincidiendo con el inicio del ejercicio fiscal en Japón, al sacar a la venta un invernadero para espinacas que, según Panasonic, es capaz de crear un entorno idóneo para su cultivo los 12 meses del año.La estructura viene equipada con un panel de control que está conectado a unos sensores que regulan la temperatura y la humedad en el interior.El panel también controla unas cortinillas que regulan la cantidad de luz solar, un sistema de ventiladores y otro de riego por aspersión.Panasonic considera que pese a que su precio -de 5,5 millones de yenes (unos 39.200 euros)- es más alto que cualquier otro tipo de invernadero, el producto se amortiza fácilmente porque reduce mucho la carga de trabajo e incrementa la producción de espinacas porque permite cultivarlas no sólo en invierno.La empresa espera que esta nueva rama de negocio facture 1.600 de yenes (11,4 millones de euros) al término del actual ejercicio, que concluye el 31 de marzo de 2015, según informó el diario Asahi.El objetivo es expandir este tipo de tecnología a otros cultivos (Panasonic ya ha destinado una de sus antiguas fábricas de cámaras digitales en el noreste de Japón al cultivo "tecnológico" de lechugas) y facturar unos 5.000 millones (35 millones de euros) para 2017.
El sector agrícola nipón ofrece una excelente oportunidad para que los fabricantes de electrónica introduzcan sistemas para mejorar la productividad ante la falta de nuevas generaciones que trabajen el campo y la creciente competitividad del sector exterior, en un momento en el que Japón se abre cada vez más a las importaciones.Empresas como Fujitsu, que comercializa desde 2012 un exitoso sistema de sensores digitales para medir en los campos la temperatura o el nivel de precipitación, o incluso el fabricante de vehículos Toyota Motor, que vende un software para optimizar el cultivo de arroz, ya cuentan con presencia en el sector.