La compraventa de fincas rústicas sigue en auge en España, especialmente tras la pandemia, y en los siete primeros meses del año se superaron las 100.000 operaciones, lo que supone un incremento interanual del 10 % y la mayor cifra para ese periodo de los últimos 18 años.
Entre enero y julio de este año se contabilizaron 100.721 compraventas de fincas rústicas, casi el 10 % más que en el mismo periodo del año anterior. Para observar un dato más alto en los siete primeros meses hay que remontarse a 2007, cuando arranca la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE) para esta estadística.
En dicho año, coincidiendo con la burbuja inmobiliaria, en España se registraban 122.364 compraventas de fincas rústicas, el 20 % más que ahora.
Tras la pandemia, la compraventa de fincas rústicas entre enero y julio se mantiene por encima de las 90.000 transacciones, una cifra que contrasta con las poco más de 63.000 que se observaban en 2019 en dicho periodo, antes el estallido de la covid-19.
Récord en 2007 con 200.000 compraventas en el año
Si se analiza un ejercicio completo, la mayor cifra de compraventas de viviendas rústicas en un año se registró en 2007, cuando se rozaron las 200.000 operaciones (192.302).
Por su parte, el mínimo histórico se marcó en 2010, tras el pinchazo de la burbuja con cerca de la mitad, 103.389 compraventas en el ejercicio.
En cualquier caso, el mercado de compraventas de suelo urbano sigue siendo muy intenso en los últimos años, en los que las operaciones se han mantenido en el entorno de las 150.000.
Las herencias siguen siendo las protagonistas
Además de las compraventas (100.721), en los siete primeros meses de 2025 la mayor parte de las transmisiones de fincas rústicas se llevaron a cabo mediante herencias, un total de 106.576.
Asimismo, se registraron 10.052 donaciones, 1.726 permutas y 54.186 operaciones de otra naturaleza.
Con todas estas modalidades, entre enero y julio de este año se transmitieron un total de 273.261 fincas rústicas, el 2,5 % más que un año antes y la cifra más alta desde 2008.
No obstante, fue 2007 el año que registró la mayor parte de las transmisiones de fincas rústicas con casi 300.000 entre enero y julio y más e 480.000 en el ejercicio completo.
Además de los datos del INE, los notarios también detectan que tras el covid todos los años se ha superado el número de compraventas de los años previos a la pandemia. Según sus registros, aunque en el primer semestre de 2025 (64.022 operaciones) hay una ligera caída respecto al mismo periodo de 2025, apuntan que los datos no arrojan una tendencia distinta por el momento.
Aumenta el valor del suelo agrario
Según la tasadora Tinsa, el valor del suelo agrario aumentó en 2023, pese a las condiciones climáticas y económicas adversas. La revalorización del suelo rústico se concentra en las fincas con acceso a agua y en los cultivos con posibilidades de transformación.
Además, las inmobiliarias de lujo ven en las fincas rústicas un mercado por explotar y detectan mucho interés, especialmente por las fincas vinícolas y en su mayoría de compradores extranjeros.
En una finca rústica se pueden realizar desde actividades agrícolas, ganaderas, forestales y cinegéticas, a aquellas relacionadas con el turismo rural o la instalación energías renovables.

























