Para los productos agrícolas, la diferencia de precio entre origen y destino fue de 4,72 veces, mientras que para los ganaderos fue de 3,06.
Entre los productos hortofrutícolas, destacó de nuevo el diferencial en los precios del repollo, que pasó de los 0,11 euros percibidos por el agricultor a los 1,20 euros pagados por el consumidor, 10,91 veces más.
También el del calabacín, que se multiplicó 8,83 veces; el pepino, cuyo valor subió 7,61 veces entre el origen y el destino, y la lechuga, que aumentó 7,23 veces.




















