La producción de turba ha disminuido de manera dramática en las zonas de producción del norte de Europa y este descenso va a tener un impacto negativo en la producción y en el precio a partir de la campaña que viene, según adelanta la Asociación Alemana de la Industria de la Jardinería (IVG).
Las empresas de sustratos se enfrentan al enorme desafío de suministrar a todos los clientes europeos. «La disponibilidad de turba y fibra de coco se encuentra actualmente en los niveles más bajos», expone Philip Testroet, subdirector general de IVG.
El motivo del descenso de sustrato y turba hay que buscarlo en un verano especialmente húmedo en las zonas de producción de los países nórdicos y norte de Alemania.
Los productores germanos, neerlandeses, bálticos y nórdicos han sido testigos de un verano muy lluvioso y las turberas se reproducen en verano con un clima más seco.
Cuando estas condiciones no se mantienen, la producción de turba experimenta un descenso considerable y durante este verano la cosecha de turba se ha visto reducida entre un 40-50 por ciento.
Al descenso de la producción de turba, se une un incremento de la demanda de turba de los mercados asiáticos. La demanda mundial de materias primas para sustratos aumenta rápidamente.
La Universidad de Wageningen ya predijo que la demanda mundial de este sustrato podría ser un 400 por ciento mayor en 2050 que en 2020.
El crecimiento de China ya está teniendo un impacto significativo en el mercado internacional de las materias primas como el sustrato.
La IVG realiza la recomendación de que las empresas consumidoras de sustrato adelanten sus pedidos «para garantizar la entrega de producto y la calidad. No obstante, esperamos un aumento de precios», expone Testroet.