El Gobierno y los sindicatos no ven viable la actividad agraria en España sin el esfuerzo de los miles de empleados extranjeros que trabajan a diario en las diferentes campañas en el campo; el sector primario es, junto a la hostelería, uno de los sectores con más trabajadores foráneos.
Los datos de afiliación, conocidos este mismo lunes, reflejan que el 26,6 % de los afiliados al Sistema Especial Agrario (SEA) son trabajadores procedentes de otros países, con Marruecos, Senegal y Rumanía como principales países de origen.
Además, en la agricultura, el empleo de las personas extranjeras ha crecido en el último año móvil hasta junio en torno al 10,5 %, un porcentaje superior al 6,6 % correspondiente al conjunto de la economía del país.
«Si no fuera por la mano de obra de trabajadores de fuera, no se cogerían las cosechas«, ha asegurado a Efeagro el responsable estatal de Agricultura de CCOO, Vicente Jiménez, quien también ha recordado que son esenciales los contingentes que vienen de Marruecos a la fresa de Huelva o de Honduras y otros países para esquilar.
«Si no fuera por ellos, más de alguna explotación tendría que cerrar», ha insistido antes de defender que lo que habría que hacer es «regularizar a toda la gente que viene y quiere trabajar» y «mejorar las condiciones de los trabajadores del campo para hacer la actividad más atractiva».
Respecto al incidente producido en Torre Pacheco (Murcia), Jiménez ha pedido «cuatela» a la espera de que se finalice la investigación, a la vez que ha criticado que se «generalice o demonice» a un colectivo.
Por su parte, le responsable del área de Migraciones de UGT, Cesc Poch, ha sido contundente al asegurar que «la percepción que inspira la extrema derecha de identificar migración con delincuencia es falsa».
«La migración no va a ir para atrás, va a crecer en los próximos años o decenios» porque «África es un continente con un 80 % de jóvenes donde se sufre el cambio climático y conflictos», y la idea expulsiones masivas es «una irresponsabilidad».
«Solo hay que pasear por la huerta murciana, los campos de Níjar, las plantaciones de Huelva, los frutales de Lleida y muchos otros sitios para darse cuenta de la especial intensidad del trabajo de las personas de origen migrante en la agricultura», ha añadido.
Antecedentes
El 7 de julio, en línea con otros partidos de ultraderecha europeos y la Administración Trump, la diputada de Vox Rocío de Meer cifró en «más de siete millones, porque hay que tener en cuenta a la segunda generación», el número de personas que su formación defiende para un plan de «remigración» «masiva».
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, mostró su rechazo el 11 de julio a la idea de una expulsión masiva de inmigrantes, un «acto inhumano e injusto» que, a su juicio, de llevarse a cabo, «detendría al sector agrario y pesquero español».
Como ejemplo se refirió a los problemas que hubo con la mano de obra en Reino Unido tras «la experiencia del Brexit» o los que hay y puede haber en Estados Unidos con su política de deportaciones actual.
Los datos
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ofrecía ayer el último dato sobre el peso de la mano de obra extranjera en la agricultura: el 26,6 % de los afiliados al Sistema Especial Agrario (SEA) son trabajadores procedentes de otros países, en total, 258.525 empleados, un 6,31 % más que en junio de 2024.
Por nacionalidades, el mayor grupo de afiliados extranjeros al SEA el pasado mes de junio eran de Marruecos (109.798 personas), Rumanía (44.357), Senegal (18.176), Malí (15.730), Ecuador (7.861), Colombia (6.098), Bulgaria (5.351), Argelia (5.285), Pakistán (4.961), Gambia (4.894), Ghana (3.264) y Honduras (2.025).
Crónica: Angélica Quintana. Efeagro.