El pleno ha seguido así la recomendación de la comisión de Agricultura del PE, que pedía el rechazo señalando que de regularse a nivel europeo se dejaría a los países miembros sin margen de maniobra para adoptar sus propias reglas.
Los eurodiputados consideraban asimismo que la iniciativa no cumplía con sus objetivos fundamentales, como la simplificación y la innovación.
La Eurocámara considera que la CE no ha calibrado adecuadamente el impacto que tendrían las normas propuestas sobre las pequeñas empresas.
El grupo ecologista de Los Verdes en la Eurocámara ha sido especialmente beligerante contra una propuesta que denunciaban habría perjudicado al pequeño agricultor y habría beneficiado únicamente a las grandes empresas.