"Queremos que el PE declare que las semillas y las razas autóctonas son patrimonio cultural agrario de todos los pueblos y que no privaticen su uso", declaró un portavoz de Vía Campesina Europea, una red que congregó hoy en una protesta frente a la Eurocámara a una treintena de organizaciones de trabajadores del sector primario, consumidores y ecologistas.
La manifestación de este colectivo forma parte de una campaña europea a favor del derecho de los granjeros a utilizar libremente semillas "frente a los intereses de las grandes corporaciones, que quieren mayor regulación y dar importancia a la semilla certificada para hacer negocio", señaló el portavoz.
"El PE pretende que los agricultores tengan que registrarse por usar unas semillas que plantan día a día, poniendo trabas a su actividad", subrayó la misma fuente en referencia a una propuesta de la Comisión Europea (CE) que será votada próximamente por los diputados.
"España es uno de los países con una mayor tasa de cepas transgénicas, y eso es un motivo de preocupación", declaró el portavoz, quien denunció que "con la crisis, las grandes multinacionales han vuelto a lanzar el mensaje de que empleándolas se puede acabar con el hambre".
En este sentido, los organizadores alertaron durante su jornada de protesta de la desaparición de variedades autóctonas europeas a cambio de especies patentadas, "afectando a la biodiversidad del continente"