Los 127 centros comerciales comprados a Klépierre, ubicados en Francia, España e Italia, representan un alquiler anual bruto de unos 135 millones de euros, mientras que los otros 45 que ya poseía en Francia aportan 45 millones suplementarios, destacó Carrefour en un comunicado.
Todos juntos suponen más de 800.000 metros cuadrados de superficie comercial y un valor patrimonial de 2.700 millones de euros.
La intención del gigante francés de la distribución con la creación de una sociedad específica para agruparlos es llevar a cabo "un plan de renovaciones y de extensiones creador de valor", teniendo en cuenta que será "un gran actor de los centros comerciales en Europa".
Para financiar la operación, Carrefour recurre a 1.800 millones de euros de fondos propios -un 42 % controlados directamente por la compañía y el resto por inversores institucionales- y por la emisión de deuda por 900 millones de euros.
Los resultados de esta filial se integrarán en las cuentas de Carrefour, que precisó que la transacción está supeditada a un acuerdo final entre las partes y a la recepción del visto bueno por las autoridades reglamentarias.
Se someterá a consulta a las instancias de representación del personal y debería formalizarse durante el primer semestre del año próximo.
