Aumenta la presencia en el mercado de hortalizas de hojas, y el consumo en círculos infantiles, escuelas y centros asistenciales de la salud, destacó. Entre los logros principales el rescate de los sistemas de riego en unas mil hectáreas, y el avance en la lucha contra el marabú, sobre todo en los anillos periféricos de las principales ciudades cubanas. De igual manera, resalta el fomento de las fincas de plantas medicinales de montaña, que suman 12 en todo el país.
Pese a los avances, enumeró algunas deficiencias del programa, entre las que aparecen la inestabilidad en el abastecimiento de vegetales en la época de verano al sector del turismo, fundamentalmente en los polos de La Habana y Varadero, catalogados como críticos en ese aspecto.
También, el descuido de algunos territorios que no priorizan el fomento de las fincas municipales de semillas destinadas a la agricultura urbana.