El Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (Ivace+i) financia el desarrollo de nuevos tratamientos naturales contra los patógenos causantes de la podredumbre verde y ácida en cítricos, dos de las enfermedades más importantes durante la fase de postcosecha de este cultivo.
Con este iniciativa se están explorando nuevas estrategias de biocontrol, que emplean microorganismos aislados de la propia microbiota de los cítricos capaces de inhibir el crecimiento de los hongos ‘Penicillium digitatum’ y ‘Galactomyces citriaurantii’.
La empresa Darwin Bioprospecting coordina este estudio, en el marco del proyecto «Postharvest life», en colaboración con el centro tecnológico AINIA, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Frutinter, informa la Generalitat.
Además, cuenta con financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.
Eficacia y sostenibilidad
El proyecto pretende diseñar tratamientos innovadores, más eficaces y sostenibles, con el fin de hacer frente a las principales enfermedades postcosecha en la citricultura, que causan cada año importantes pérdidas económicas, pues, según estimaciones de organizaciones agrarias, alrededor del 45 % de toda la producción de frutas y verduras se pierde por defectos de calidad o pudrición.
‘Posthavest life’ pone el foco en el hongo ‘Penicillium digitatum’, que llega a causar hasta el 80 % de las podredumbres que afectan a las naranjas tras ser recogidas del árbol, y en el ‘Galactomyces citri-aurantii’, cuya incidencia aumenta sobre todo en las campañas lluviosas.
Los agricultores, recuerdan los investigadores, han combatido tradicionalmente la acción de estos patógenos mediante fungicidas sintéticos, sin embargo, las nuevas cepas han desarrollado resistencia ante las formulaciones comunes.
El uso de químicos de síntesis se ha limitado en las últimas décadas por los riesgos para la salud y el medio ambiente, por ello, señalan que son muy pocos los productos autorizados que resultan eficaces, especialmente tras la retirada del mercado de la ‘guazatina’ y el ‘propiconazol’, en 2011 y 2019.
De hecho, la estrategia ‘Farm to fork’ de la Unión Europea, que forma parte del Pacto Verde Europeo, tiene como objetivo reducir en un 50 % el uso de plaguicidas químicos en 2030, al tiempo que aumenta la producción ecológica hasta el 25 % del total.
Los tratamientos que se plantean en el marco de este proyecto se erigen en una alternativa más sostenible a la de los fitosanitarios convencionales, ya que se sustenta en el uso de microorganismos para el control de las plagas de manera natural.
Cepas presentes en los cítricos
Este estudio ha permitido identificar y aislar de la propia microbiota de los cítricos aquellas cepas con mayor actividad fungicida, con el fin de seleccionar y validar en ensayos en laboratorio las que consigan inhibir el crecimiento de dichos hongos con mayor efectividad.
Además de optimizar las condiciones de cultivo de los microorganismos, el equipo técnico establecerá un método de estabilización y microencapsulación para garantizar su eficacia y prolongar su presencia en el tiempo.
En la ejecución de esta iniciativa, Darwin Bioprospecting, empresa biotecnológica centrada en el aislamiento, caracterización y producción de microorganismos, se apoya en la experiencia en microbiología y biología molecular de IATA-CSIC y en la capacidad de desarrollo de bioproductos para la agricultura que acredita AINIA, que ha formulado nuevos biofertilizantes, bioestimulantes, microorganismos de control biológico y sustancias que estimulan el sistema inmune de las plantas.
Completa este consorcio Frutinter, mercantil especializada en el cultivo, recolección, tratamiento, confección y comercialización de cítricos y melones, entre otras frutas y verduras.