Llegan así a un punto sin retorno después de haber dado «muchas oportunidades a la empresa para que hiciera efectivo el pago de las nóminas atrasadas», afirmó Juan Sola, secretario general de Fitag-UGT. Y es que, son más de dos años los que se prolonga esta situación, tiempo en el que, se han llevado paros en el puesto de trabajo, se desconvocó una huelga, y sobre todo, «se ha dado facilidades a la empresa para llegar a un acuerdo. Hemos acudido hasta cuatro veces a la mediación del Sercla para solucionar el conflicto, buscando siempre la viabilidad de la empresa. Pero tampoco ha sido posible porque los compromisos a los que hemos llegado siempre han sido incumplidos por Canalex», aclaró Sola.
Los empleados protagonizaron una protesta frente a las instalaciones de Canalex exigiendo el dinero que se les debe. Muchos de ellos, explicó Juan Sola, «se encuentran en situaciones complicadas, en las que han estado a punto del desahucio por no poder hacer frente al pago de la hipoteca, cuando en realidad habían trabajado para tener ese dinero que les hace falta para seguir adelante».
El representante sindical de UGT aseguró que en la presente campaña Canalex está generando un volumen importante de actividad, y por tanto «al estar vendiendo debe contar con dinero y lo primero que debe hacer es pagarle a los trabajadores que hacen posible que el negocio siga adelante». El sector hortofrutícola en su conjunto, valoró Sola, «está siendo el que más está tirando del carro del empleo en estos momentos de dificultades económicas».
«Esta huelga va para largo», señaló Lola Moral, secretaria de Comercio y Hostelería de CC OO, ya que entiende que la situación económica para la empresa es muy complicada. «No solo es el dinero que se debe a los empleados, sino también las responsabilidades económicas adquiridas con los agricultores, con suministradores de energía, con Hacienda, etc. El empresario no se quiere rendir, quiere mantener la actividad pero no se puede cuando los platos rotos los están pagando los trabajadores, lo más pequeños».
Hasta la fecha, más de 40 trabajadores, cifró Lola Moral, han dejado de pertenecer a la plantilla de Canalex en los últimos dos años. «No por voluntad propia, sino porque no les quedaba otra salida. Se han perdido excedencia s voluntarias y se han colocado en otras empresas. El Fondo Garantía Salarial también está funcionando, hay expedientes abiertos», explico la representante de Comisiones Obreras.
Moral afirmó que es el único caso de impago de nóminas que conocen en el sindicato en el manipulado de las frutas y hortalizas. Es más, en otras empresas, «se mantiene la plantilla e incluso se aumenta el número de empleados».
Fuente: IDEAL DIGITAL