GlobalG.A.P. está desarrollando desde el pasado 2023 una nueva solución para la sostenibilidad medioambiental y que prevé lanzar en 2025. Su objetivo es evitar la proliferación de normas y, para ello, propone la integración de ‘add-ons’ para la responsabilidad ambiental, como SPRING o BioDiversity, en una solución modular más amplia, que a cuestiones como el uso eficiente del agua sume otras como la reducción de gases de efecto invernadero o la regeneración agrícola.
Esta nueva solución estará disponible tanto en formato complementario como estándar independiente, y será aplicable, entre otros, a las frutas y hortalizas.
Para su redacción, GlobalG.A.P. está trabajando codo a codo con todos los eslabones de la cadena de valor y, de hecho, ha creado un Grupo de Trabajo de Sostenibilidad Ambiental del que forman parte unas 80 organizaciones.
Tres de ellas, Lidl, la empresa productora sudafricana ZZ2 y la Fundación Global Nature, participaron en un panel de expertos organizado por GlobalG.A.P. coincidiendo con el Día Mundial de la Biodiversidad, y que puso en el centro del debate cómo las prácticas agrícolas responsables y resilientes pueden promover y proteger la biodiversidad.
La biodiversidad, en el centro
GlobalG.A.P. se ha marcado cuatro objetivos de biodiversidad en el horizonte 2050, como explicó René Capote, Senior Technical Expert, durante el evento: proteger y restaurar, avanzar con la naturaleza, compartir beneficios de forma justa y, por último, invertir y colaborar.
Para alcanzarlos, Philipp Wagnitz, director de Calidad y Sostenibilidad de Lidl International, apeló a la colaboración de toda la cadena: “Debemos fijar una agenda global, pero también unos objetivos que debemos conseguir de mano de los agricultores”.
Para ello, es “clave” definir “estrategias que funcionen y que sean aplicables en el campo”. Y justo en este último punto, añadió, “tenemos un largo camino por delante”. Y es que, según comentó, “si ponemos la biodiversidad en la agenda, tenemos que saber qué hacer para que funcione”.
En esta línea, Marion Hammerl, presidenta de la Fundación Global Nature, apuntó a la necesidad de que el resto de la cadena apoye al agricultor a la hora de implementar estas prácticas en pro de la sostenibilidad: “No podemos dejarle solo, para preservar la biodiversidad necesita apoyo y eso es lo que debe hacer la industria alimentaria”.
Un claro ejemplo de esa colaboración ‘en cadena’ es ZZ2, una empresa comercializadora de Sudáfrica que ha hecho del ‘biofriendly farming’ su forma de vida.
La importancia de cooperar
El BioDiversity ‘add-on’ de GlobalG.A.P. se creó inicialmente para las producciones europeas, si bien esta compañía sudafricana fue la primera en ponerlo en práctica fuera del continente.
Actualmente, utilizan el 65 % de su superficie de cultivo como espacios de biodiversidad, que están inventariando (clasificando especies vegetales, animales…) y el 35 % restante se destina a la producción.
“Debemos proteger nuestro entorno para proteger nuestras producciones”, afirmó Nyiko Gift Mutileni, ambientalista de ZZ2.
En todo este proceso, ZZ2 ha contado con la colaboración de la Fundación Global Nature, un claro ejemplo de la importancia de cooperar para lograr cultivos más sostenibles y responsables medioambientalmente.
Consulta pública
Tras una primera consulta pública sobre esta futura solución global, GlobalG.A.P. ha puesto en marcha una segunda, que arrancó el pasado 29 de mayo y que permanecerá abierta hasta el próximo 5 de julio.
En este tiempo, esperan recibir el ‘feedback’ de los distintos operadores del sector.