Este proyecto ha permitido la conversión de una superficie de 3.000 metros cuadrados en 108 huertos urbanos de 25 metros cuadrados cada uno.
Con ello se pretende educar a la población en materias de sostenibilidad ambiental y la necesidad de seguir una dieta saludable.
Estos huertos son asignados a familias que cuentan con niños y estudiantes menores de 30 años de edad. Cada familia seleccionada ha recibido una manual titulado “El huerto urbano sostenible” donde se recoge toda la información necesaria sobre la producción agrícola en las zonas urbanas.
La producción se está realizando siguiendo unas pautas de sostenibilidad, como es el uso de agua de lluvia en lugar de la del grifo, sin uso de materias químicas o el reciclaje de los residuos para la utilización como abono orgánico como fertilizante para las plantas.
Se estima que cada uno de los huertos que haya seguido las pautas correctas de producción proporcionará una media de entre 150 y 180 kilos de productos anuales.